Evaluación de riesgos laborales:
¿Por qué y cómo?
La evaluación de riesgos laborales consiste en definir el impacto que puede tener un peligro en la salud de los trabajadores de una empresa. Se debe ver la evaluación de riesgos laborales como un diagnóstico, que permite priorizar los peligros, desde los más importantes hasta los menos relevantes en la empresa, con el objetivo final de realizar la "prevención de riesgos laborales". Es decir, aplicar las mejores soluciones para eliminar los riesgos cuando sea posible o, en su defecto, reducir su magnitud.
Méthode d'évaluation des risques professionnels à 4 critères : Occurence, Exposition, Gravité, Maitrise. Nous avons mis au point cette méthode rapide et fiable. Elle est intégrée à chacun de nos documents uniques d'évaluation des risques professionnels.
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Ejemplo de un método de evaluación de riesgos laborales que hemos desarrollado.
¿Por qué realizar la evaluación de riesgos laborales?
Si las empresas evalúan los riesgos laborales de sus empleados, es en primer lugar por razones normativas. En España, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece en su artículo 16 que "el empresario deberá evaluar los riesgos que no se puedan evitar", y en el artículo 23 que debe "disponer de la documentación relativa a la evaluación de riesgos y las medidas de prevención adoptadas, así como los controles periódicos de las mismas". Tras la evaluación de riesgos, llega el momento de la prevención. Como establece el artículo 16, "a partir de esta evaluación, el empresario deberá adoptar las medidas necesarias para la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores, teniendo en cuenta los resultados de la evaluación de riesgos".
Más allá de la necesidad de cumplir con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, las empresas también realizan la evaluación de riesgos y aplican campañas de prevención por razones financieras. Por ejemplo, una campaña efectiva de prevención de riesgos laborales permite reducir el número de accidentes de trabajo. Cuantos menos accidentes haya en una empresa, menor será la cotización que el empresario deba pagar a la Seguridad Social. Otro beneficio es que al mejorar las condiciones laborales, se reduce el riesgo de que los empleados decidan irse a la competencia, algo especialmente relevante en sectores con escasez de mano de obra, como la hostelería y la restauración. Por último, menos riesgos laborales significan menos accidentes con baja laboral, lo que implica menos días de trabajo perdidos, facilitando la gestión de recursos humanos y la organización del trabajo.
Estos ejemplos demuestran claramente que la evaluación y prevención de riesgos no son solo obligaciones administrativas impuestas por la normativa. Son, ante todo, herramientas clave que, si se utilizan correctamente, permiten mantener a los empleados en buen estado de salud, y en consecuencia, ayudan a las empresas a prosperar.
¿Cómo realizar la evaluación de riesgos laborales?
Primero: Definir los puestos de trabajo.
Ya hemos visto en el párrafo anterior qué es un puesto de trabajo. Pero, ¿cómo asegurarse de que los puestos de trabajo seleccionados son los adecuados? Muy sencillo: si los puestos de trabajo permiten a cada empleado saber si le afecta o no, entonces la división es acertada. Una de las divisiones más simples, que funciona en muchos casos, es la división por puesto de trabajo.
Segundo: Definir los peligros para cada puesto de trabajo
En cada puesto de trabajo que haya definido, deberá enumerar los diferentes peligros. Atención: peligro no es lo mismo que riesgo. Un recordatorio: un peligro es una situación que lo expone a uno o varios riesgos.
Sigamos con el ejemplo del taller mecánico e imaginemos que somos mecánicos: nuestro puesto de trabajo es el taller. Uno de los peligros en nuestro puesto es estar debajo de coches elevados por un elevador hidráulico. Si el elevador falla y el coche cae, existe el riesgo de aplastamiento, hematomas, fracturas, pérdida de uso de uno o varios miembros, o incluso la muerte.
Listar los peligros significa enumerar las situaciones de trabajo peligrosas. Estas situaciones pueden derivarse de las herramientas utilizadas, los ambientes de trabajo, las condiciones laborales y otros factores.
Tercero: Enumerar todos los riesgos que puede ocasionar cada peligro
Una vez que haya enumerado todos los peligros en su empresa, es necesario centrarse en los daños que pueden causar: los riesgos. Para cada peligro, es recomendable indicar los riesgos correspondientes en orden de gravedad, de menor a mayor. En nuestro ejemplo anterior del elevador hidráulico, lo hemos hecho empezando con los hematomas (el menor de los males) y terminando con la muerte (el riesgo más grave en caso de accidente por aplastamiento).
Cuarto: Evaluar los diferentes riesgos utilizando un método de evaluación de riesgos laborales
Evaluar los riesgos laborales implica definir varios criterios que permitan clasificar los peligros, desde los más preocupantes hasta los menos preocupantes. Para ello, cada profesional de la seguridad y cada empresa utiliza un método propio. En Document-Unique-Facile utilizamos un método basado en 4 criterios:
Gravedad: Sin baja laboral, Con baja laboral, Daño irreversible, Muerte
Frecuencia: Muy probable, Probable, Posible, Casi imposible
Exposición: Una vez al día, Una vez a la semana, Una vez al mes, Una vez al año
Grado de control: Sin control, Parcialmente controlado, Controlado, Bien controlado
Este método de evaluación de riesgos ha sido automatizado en nuestra plantilla de evaluación de riesgos vacía en formato Excel.
¿Qué hacer después de mi evaluación de riesgos laborales?
Después de haber analizado los diferentes riesgos con su evaluación de riesgos laborales, es necesario desarrollar soluciones para eliminar o minimizar estos riesgos. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en su artículo 15, define los principios generales de prevención para este tipo de medidas. Uno de los principios clave es el esfuerzo por eliminar completamente cualquier riesgo laboral donde sea posible. Si la eliminación total no es factible, se debe intentar reducir los riesgos mediante medidas de protección colectiva y, si es necesario, complementarlas con medidas de protección individual. Además, la prevención debe reforzarse mediante la formación y sensibilización de los empleados sobre los riesgos.
Una vez definidas las medidas preventivas efectivas, es necesario planificar su implementación. Esta obligación también se deriva de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que en su artículo 16, establece la planificación y ejecución de las medidas, basadas en los resultados de la evaluación de riesgos y asegurando su integración en la organización general de la empresa. La planificación implica la creación de un calendario en el que se asigna a cada medida preventiva un plazo o un periodo específico para su implementación. Personalmente, recomendamos establecer un plazo en lugar de una fecha exacta, ya que cumplir con una fecha fija junto con las actividades laborales suele ser poco realista. Un plazo flexible ofrece más margen de maniobra y permite implementar las medidas en un momento adecuado, como durante una fase de menor actividad empresarial.
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